martes, 10 de agosto de 2010

Si facebook o twitter tienen algo que decir, que hablen ahora o callen para siempre...

Todo se ha preparado desde hace meses. El día que te has imaginado durante todos estos años por fin ha llegado. Estás en el altar, junto con la persona que quieres, con el vestido blanco que tanto te costó encontrar, con las flores decorando la iglesia de tu barrio, ansiosa por pronunciar las tradicionales palabras que te comprometen a estar junto a tu marido en lo bueno y en lo malo. Los anillos están preparados...el cura carraspea...tu abuela comienza a llorar... repites las últimas palabras... afirmas que aceptas a Juanito como tu esposo y de repente... ¡Cómo se nos ha podido olvidar!... Juanito saca el móvil corriendo y te lo da, te conectas a internet y vas a a la página principal de facebook. Mientras Juanito, que también tiene un móvil en sus manos, notifica la noticia por Twitter: ¡Nos hemos casado!
Ante los ojos de sorpresa del cura, volvemos a guardar los móviles y, por fin, se escucha: Os declaro marido y mujer.

Increible, pero cierto. Aunque con un poco de carga dramática por mi parte, esto mismo pasó en una boda. No sé hasta qué nivel las redes sociales pueden tener trascendencia en nuestras vidas reales, pero en el caso de esta pareja de novios la debía de tener. Si esta anécdota se extiende entre las ceremonias del país, habrá que ir modernizando los votos: ¿¿aceptas a Manolita en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en el twitter y en el facebook, hasta que el ordenador se os rompa??
Disfrutad:

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