Wasting Away, los zombies también son personas

Si eres un amante de las películas de Serie B y aún no has visto Wasting Away (2007) permíteme que te recomiende que la pongas cuanto antes en tu lista de "películas de obligada visualización".

Las películas de zombies vuelven a ponerse de moda en los últimos años: Resident Evil (2002) , 28 días después (2002), El amanecer de los muertos (2004), La tierra de los muertos vivientes (2005), Soy leyenda (2007) o incluso la española REC (2007).

Presentando la lista anterior parece incluso lógico que tengamos pesadillas en las que nos vemos tratando de escapar de una hueste de zombies que corren a nuestro acecho.

¿Pero por qué no tratar el tema de los zombies con humor? ¿Por qué no transformar un tema típico del género de terror y convertirlo en una comedia?

Zombieland (2009) es un claro ejemplo de esta transformación. En Zombieland los zombies ya no dan miedo. La vida en la tierra de los zombies incluso parece agradable para sus protagonistas. Pero los zombies todavía son los malos.

Con Wasting Away creo haber descubierto la transformación total del tema de los zombies como género de terror. Los zombies no son los malos. Los zombies son los protagonistas. Los zombies tienen sentimientos. Los zombies se enamoran. Los zombies tienen sentido del compañerismo y de la amistad. Como dice la película, los zombies también son personas.

Wasting Away (que en España, haciendo gala de nuestra inabarcable imaginación hemos "traducido" como Zombietown), bajo la atmósfera de una película de Serie B, es la empatía elevada a la enésima potencia.