¡ATENCIÓN! Lo nuevo de Late of the Pier ya ha llegado a nuestras manos. Bueno, todo no, solo dos canciones, suficientes para quitarnos el mono. El primer single que llegó a la red fue "Blueberry"...hace unas semanas colgaron otro, "Best in the class", temas que formarán parte de su segundo disco que se preveé para este año.
Cuando la noticia llegó a mis oídos corrí al ordenador más cercano. Mientras la página cargaba e introducía los nombres de las canciones en el buscador, imaginaba qué tipo de canciones iba a encontrar: temas parecidos al "Fantasy Black Channel", su primer albulm, con pianitos alborotadores, ritmos juguetones y gritos estremecedores. Tal que así:
Lo que encontré...digamos...era diferente. Muy diferente. Empecemos con "Blueberry": ¿Dónde están mis pianitos agitadores de masas? ¿Y el ritmo incesante que me ayuda a moverme como una loca? ¿ Y las voces que intento imitar mientras pego saltos? Los han sustituído por una voz tranquila y sosegada y por una melodía que sólo incita a moverse a cámara lenta. Tengo que reconocer que lo que no es estribillo me gusta bastante, pero el resto...no acabo de tragarlo.
"Best In The Class" llegó después. Esto ya es otra cosa: tiene el ritmo divertido y pegadizo que hace que una canción te llegue a gustar, un pianito que te marea y esa voz especial haciendo lo propio de mezclar agudos y graves. Lo cual no significa que la haga comparable a los temas del pimer disco: a "Best In The Class" le falta fuerza, una fuerza y un desmadre que sólo la podemos encontrar al final de la canción.
Pero no seamos hipócritas: todos sabemos que si no es este verano será al siguiente cuando bailaremos y berrearemos estas canciones en algún festival. Al fin y al cabo son Late of the Pier, al fin y al cabo los amamos.
Llevan mucho tiempo dándole caña al mono (desde 2001). Se han dado cuenta que les impide centrarse en la melodía y ahora lo hacen. Antes punkeaban el electro, ahora lo miman. Ni mejor ni peor, eso sí, no lo están haciendo a gusto del consumidor.
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